Cabo Norte

Este es uno de los lugares más mágicos de Noruega, ya antiguamente para los Sami, los habitantes más cercanos, los primeros pobladores de Laponia y hasta nuestros días se ha convertido en un fuerte reclamo para tantos viajeros y exploradores del mundo. 

Cabo Norte es el acantilado del fin del mundo, el techo de Europa, está localizado en la isla de Mageroya en el punto más septentrional de Europa además es uno de los lugares del Norte de Noruega donde se puede ver la aurora boreal. También se encuentra el monumento a los "Niños del Mundo", un centro de visitantes con un museo que incluye una proyección sobre Laponia y todo lo necesario para reponerse del camino y disfrutar del lugar el tiempo que nos apetezca, una tienda de regalos, un restaurante panorámico y un hotel. 

Lo más emocionante es asomarse al acantilado e imaginarse el Polo Norte en lo más lejos.

En 1664 llegó el primer turista a este lugar y desde entonces le ha seguido una corriente continua de viajeros curiosos. 

Podemos llegar en moto, coche, autobús o a pie y existen muchos puntos de partida que pasan por sus increíbles y solitarios paisajes a través de la tundra, los fiordos del norte y la montaña hasta llegar a la Plataforma de Cabo Norte, un lugar que sin duda quedará grabado en la mente de todos los viajeros que lleguen hasta este punto. Para los moteros constituye una de las rutas que debe realizarse una vez en la vida.

Lo bueno de este emplazamiento es que dejará asombrado a quien lo visite en cualquier estación del año, aunque durante el verano puede presenciarse el Sol de Medianoche.